No quedó más remedio que levantarse. Al menos esta vez me dará tiempo a desayunar...
Tras despedirme de mi compañero de piso, despertado por los desaprensivos martillazos de un vecino con insomnio y muy aburrido, encendí la radio, me coloqué los auriculares y me fui hacia la facultad.
Es increíble la sensación que te da tener una ilusión. No me llames iluso...A pesar de dirigirme a un examen del que sabía que iba a salir suspenso, en mi cara se dibujaba una sonrisa de oreja a oreja. Siempre me gustó oír cantar a los niños los números de la lotería. Me recuerda a los viajes que hacíamos en familia cuando íbamos a casa de mis abuelos.
De camino observé ciertas señales inequívocas de que la noche pasa factura...bueno, rectifico, el calimocho mal mezclado o quizás una pizza en mal estado. No quise fijarme más.
Llegué a la facultad, y tras echar una visual por la biblioteca y ampliar un poco más si cabe mi sonrisa, me pasé por los laboratorios a salvarle el pellejo a un amigo...Si él lo lee ya sabrá a lo que me refiero.
9.50, veintemil doscientos noventa y siete...tres milloneeees de eeeuroooos...
- ¡Ala! Que tempranero...
Después de la emoción que supone el escuchar el gordo en directo, subí a la última planta de la facultad. Apagué la radio y sonreí un poco más...
- ¡Hola! ¿Qué tal lo llevas?
- Bueno, no sé...
- Bah, seguro que apruebas...
Entré en el examen seguro de mi mismo, seguro de mis capacidades para suspender aquello. Sabía que nada podía hacer, pero iba con la satisfacción que da el hacer lo que has podido.
No salí ni cabizbajo, ni con el ego por las nubes. Salí tranquilo, con parte de la mañana por delante y varios recados por hacer...
Era un viernes, antes de marchar a casa por Navidad. Me quedé sólo en el piso, mis compañeros se habían ido ya. A mi no me apetecía meterme una paliza de tres horas de viaje, así que me quedé y, aprovechando, me fui de cena por la noche con Álvaro y compañía.
Se puede decir que no fue un menú caro, pero sí exquisito y variado. Buena compañía, siempre se está bien entre amigos. La pena fue que el ambiente al salir no estuvo muy animado...
La marcha se acabó, que no la noche, y cada mochuelo fue a su olivo a descansar para el día siguiente...
(...)
¡Qué bien dormí! Qué bien sienta quitarte algún peso de encima. Era temprano, recogí la habitación, hice la maleta y salí pitando a coger el 14 para ir a la estación. ¡Cómo tarda! Después de un retraso más o menos aceptable, mi paciencia rozó los límites, viendo como el reloj se acercaba inexorablemente hacia las 11.30. Mi reino por 2 minutos más...no me apetecía tener que esperar 4 horas al próximo autobús a casa. ¡Busero, pisa el puto acelerador, coño! Dichosa Ronda de Outeiro. A las 11.30 me bajo del infernal bus 14, con mochila, portátil y maleta en mano, y eché a correr cual galgo de carreras tras la liebre inerte. Creo que la gente que me vio de tal guisa tuvo que pensar de todo, pero apelo al sentido común de las personas, y espero que comprendiesen que tenía una gran urgencia...Desde aquí pido perdón si perturbé la paz de algún viandante...
Es irónico, que sea lo que casi me hace perder el autobús, lo que realmente me salve. Mucha gente, la vida me dio que había cola para coger el bus.
El viaje como todos...aburrido. Exceptuando el saludar a un par de caras conocidas, que siempre está bien.
Llegué a casa a la hora de la sobremesa, con un hambre de mil demonios, y cuál es mi sorpresa...que quien me abre la puerta es mi abuela. Gran sorpresa, de las mejores últimamente, sin duda.
Esa noche fuimos a dar un paseíto Xu y yo. Sin ser excesivo...
(...)
Llega la nochebuena. Fecha señalada para muchos...para mi ésta será recordada durante mucho tiempo. Fue la primera que pasé con mis abuelos aquí. Cena en familia, vino, sidra, champán, risas...¿suena feliz, verdad?
(...)
Al día siguiente me levanté tarde, justo para comer. Por la tarde fuimos un rato de paseo, antes de que se pusiera el sol. Hay que aprovechar, que por estas fechas enfría pronto. Y más tarde...:
- ¿Hoy se sale, no?
- Disque sí...
Pues venga...que estoy perjudicado, pero no cansado. La noche prometía, no se el qué exactamente, pero prometía. Quizás sólo engañaba, como suele hacer.
Y efectivamente, la noche cumplió. Me prometió ponerme a prueba, y lo hizo. Hasta entonces quizás no tuve ocasión de comprobarlo. Pero hoy estoy satisfecho de los resultados.
Como si aquel instante fuera a ser el primero...
Cuando el futuro es improbable...cuando pensar no es suficiente...
Se cruzaron dos miradas, y dos silencios. Y esos silencios, cada cual más profundo que el otro, se gritaron millones de cosas en 4 segundos. Y en ese instante, cuando pensar no es suficiente, dos mentes se abrieron y se pudieron leer claramente. No hay nada para siempre.
La marcha se acabó, que no la noche, y cada mochuelo fue a su olivo a descansar para el día siguiente...
(...)
¡Qué bien dormí! Qué bien sienta quitarte algún peso de encima. Era temprano, recogí la habitación, hice la maleta y salí pitando a coger el 14 para ir a la estación. ¡Cómo tarda! Después de un retraso más o menos aceptable, mi paciencia rozó los límites, viendo como el reloj se acercaba inexorablemente hacia las 11.30. Mi reino por 2 minutos más...no me apetecía tener que esperar 4 horas al próximo autobús a casa. ¡Busero, pisa el puto acelerador, coño! Dichosa Ronda de Outeiro. A las 11.30 me bajo del infernal bus 14, con mochila, portátil y maleta en mano, y eché a correr cual galgo de carreras tras la liebre inerte. Creo que la gente que me vio de tal guisa tuvo que pensar de todo, pero apelo al sentido común de las personas, y espero que comprendiesen que tenía una gran urgencia...Desde aquí pido perdón si perturbé la paz de algún viandante...
Es irónico, que sea lo que casi me hace perder el autobús, lo que realmente me salve. Mucha gente, la vida me dio que había cola para coger el bus.
El viaje como todos...aburrido. Exceptuando el saludar a un par de caras conocidas, que siempre está bien.
Llegué a casa a la hora de la sobremesa, con un hambre de mil demonios, y cuál es mi sorpresa...que quien me abre la puerta es mi abuela. Gran sorpresa, de las mejores últimamente, sin duda.
Esa noche fuimos a dar un paseíto Xu y yo. Sin ser excesivo...
(...)
Llega la nochebuena. Fecha señalada para muchos...para mi ésta será recordada durante mucho tiempo. Fue la primera que pasé con mis abuelos aquí. Cena en familia, vino, sidra, champán, risas...¿suena feliz, verdad?
(...)
Al día siguiente me levanté tarde, justo para comer. Por la tarde fuimos un rato de paseo, antes de que se pusiera el sol. Hay que aprovechar, que por estas fechas enfría pronto. Y más tarde...:
- ¿Hoy se sale, no?
- Disque sí...
Pues venga...que estoy perjudicado, pero no cansado. La noche prometía, no se el qué exactamente, pero prometía. Quizás sólo engañaba, como suele hacer.
Y efectivamente, la noche cumplió. Me prometió ponerme a prueba, y lo hizo. Hasta entonces quizás no tuve ocasión de comprobarlo. Pero hoy estoy satisfecho de los resultados.
Como si aquel instante fuera a ser el primero...
Cuando el futuro es improbable...cuando pensar no es suficiente...
Se cruzaron dos miradas, y dos silencios. Y esos silencios, cada cual más profundo que el otro, se gritaron millones de cosas en 4 segundos. Y en ese instante, cuando pensar no es suficiente, dos mentes se abrieron y se pudieron leer claramente. No hay nada para siempre.
6 comentarios:
Non sei se entendo o final coma ti. Mais insisto en que soñei a leitura dunha mente ó tempo que ma leian. E anque quizais foi por outros motivos e agradáel saberse comprendido por outros. Gustoume o xeito no que o escribiches...
Si cuando te sale la vena artística... artistazo, te entraba a saco ya lo sabes xDD.
Pues la verdad es que ese viernes se pareció en gran parte al mio, Marito xDD Cansado de currar toda la noche, y al final, para nada JAJA Me alegro de que tuvieras unas navidades felices, que es lo que te mereces. El final es muy bueno, pero no tengo ni zorra de que va, asi que te pregunto aora XD
Saludos.
Bonita entrada. Yo si que entiendo el final. No se si me gustó ver ese duelo, en el que, para mí, claramente hubo un vencedor, cuyo premio fue una gran inyección de moral, y un vencido, q tubo que humillarse, curiosamente no dando pasos hacia atrás, sino hacia delante.
Newton dijo que toda acción tiene una reacción contraria y opuesta. Es lógico pensar, que cuanto mayor sea la acción, mayor es la reacción. Lo que se le olvidó al amigo Newton es que casi siempre dejan una huella, y cuanto mayor sean las dos primeras, mayor será, en consecuencia, la tercera.
Agora si que o entendín, penso, e se entendín ben poido darche unha palmadiña na espalda Mario e dicirche que eres o vencedor da batalla!!
la de lunes fue batalla sana. Sana y constructiva. Más madura no? Tal vez... el tiempo pone las cosas en su sitio, es lo que está pasando con mi cabeza, supongo. Sería una de las batallas más silenciosas de la historia ;) Lo q tengo claro es que batallas así se podrían librar todos los días... no así la que vino después...
Y na, como ya han dicho y como ya te he dicho... escribes genial gusitante, :P Un besazo!
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